miércoles, 6 de noviembre de 2013

XIII Maratón de Paterna del Campo.


Cronica de la XIII Maratón Sierra de Paterna.

Hoy, y sin que sirva de precedente, dos Kemaos escriben una entrada. Anonadado me hayo... jajajaj. En azúl Alberto, en negro Arturo. 

Lo contentos que estábamos antes de salir.

Ruta corta, según vivencias de Alberto durante esa mañana.

Como ya Arturo (más abajo lo vereís) habrá preparado un largo resumen desde el comienzo del día justo después de levantarse y hacer de vientre por primera vez. 


Team Orbea "Mamia".

Yo empezare a hacer un resumen justo después de la línea de salida, donde  empezaba para mí, la primera gran prueba cicloturista, ya que para Carmona todos fuimos un poco a participar y hacer convivencia.

En esta ocasión, si me lo tomaría de un modo un poco más competitivo. Teniendo en cuenta que, por mi parte, llevaría siempre en mente hacer la ruta corta.A punto estuve de liarme la manta a la cabeza y realizar la ruta larga. Menos mal que la manta se cayó en la primera cuesta abajo. Y viendo que Arturo el cual andaba como alma que lleva el diablo ese día no podía seguir su ritmo. Jamás lo ví andar con más ritmo en menos km. Decidí volver a mis pensamientos.

Harry concentrado.
Ya en plena competición y llegados al punto donde se dividía la prueba, deje a Arturo y compañía coger por un lado y Jesús y un  Servidor por otro.Desde ahí todo fue concentración por mi parte y seguir un ritmo conocido para mí. Para llegar a meta  por unos caminos  desconocidos y por habladurías de la gente bastante duros, con impresionantes subidas junto al alto ritmo que le metían los participantes.Subidas que dado mi estado de forma, las intentaba de llevar lo mejor posible y con un poco de fuerza de voluntad. Para en las largas y pronunciadas bajadas jugármela para adelantar a todo bicho viviente. Velocidades de hasta 56.8km/h que llegue a coger con mi burra. Cualquiera me pillaba cuesta abajo! Así estuve el 75% de la prueba, hasta que apenas a 15km a meta en una de esas cuestas cuando apenas empezaba a subir escuchaba un gran bullicio en la cima cosa que daba “alas”, pero a un participante le dio más que a mí, porque a unos 50 metros me adelantaba como si fuese cuesta abajo el jodio. Cosa lógica porque sabía que arriba los esperaban familiares y amigos.

Ambientazo en la salida. Pineda concentrado también.

Herido en el orgullo y una vez coronada la pendiente, pongo en marcha el "modo locomotora” y los dichosos 50 metros que me sacaba, se anulan en 5 segundos. De ahí en adelante fui a rueda del susodicho individuo como dos motos, porque creo que escuchaba el rodar de mi bici detrás de su disco de freno trasero. No existía ni aspiración entre ambos. Creo que faltaban unos 5 km cuando vi que el chaval se venía un poco abajo, cuando le di conversación preguntándole cuanto quedaba. y a partir de ahí , dialogando a un buen ritmo hasta el final, justo antes de la famosa cuesta “ el pinguete” donde de nuevo le esperaban familiares con Coca-Cola al judío.Cuesta que fue dura como me avisaron pero que la subí con fuerza y ánimos de los paisanos. Y por último la “PUNTILLITA” cuesta de la que nadie me había dicho ni mu. En la que me esperaba una persona con gran futuro en la fotografía.  JUAN SALVADOR  que por desgracia apenas hizo un par de km de ciclo turista por problemas en su máquina.
Salida a rebosar.

Al final buena experiencia y con ganas de repetir el próximo año, y mejor preparado. Además también satisfecho con mi posición que fue el 98 de 465, creo que esos fueron los participantes de la ruta corta.
El resumen ha sido un poco amplio, pero tantos kilómetros solo dan mucho donde pensar y sacar vivencias


No cabía ni un alfiler.

Ruta larga, según Arturo.

Cómo ya se ha encargado de comentar Alberto, contaré mi día, comenzando desde mi visita mañanera a "Roca"...

Lo dicho, después de una larga noche sin apenas dormir, ya que los nervios no me dejaban, a las 5;45 de la mañana sonaba el despertador, aunque era para nada, ya llevaba despierto bastante tiempo. Del tirón para el wc a soltar algo de lastre, que hacer de vientre en medio del campo no es lo suyo. Me peso, 75 kilos "clavaos", desayuno café con galletas "migás" y hago acopio del montón de cosas que llevaba para la carrera. Saco la Orbea "Mamía" y tiro para casa de Juansa, con todas las cosas bien sujetas para no repetir el invertido involuntario que hice el día de Carmona...


Alberto pone a cero el cuentakm.

Tengo que esperar en casa de Juansa, soy el primero en llegar. Al momento sale Juansa y me cuenta la aventura vivida el día anterior con los tubeless de su bici, flipo en colores, pero más flipó él en la carrera. Llega Alberto. Subimos las bicis a la furgoneta del equipo y nos vamos a desayunar al Elixir, dónde habíamos quedado con Harry, Isorna, Dioni, Jesús y Pineda. Desayunan tranquilamente y salimos dirección Paterna, dónde después de un breve y ameno camino, nos pusimos en menos tiempo del esperado.


Dioni apretando...

Llegamos a Paterna, no sin que antes Dioni e Isorna se perdieran... estarían haciendo manitas, ya se sabe. Nos reunimos allí con Isidro y esperamos a los dos perdidos para irnos al cajón de salida. Una vez allí nos encontramos con "Julen" y Juan Diego. Nos ponemos todos juntitos, más o menos en la mitad delantera del cajón y a esperar entre bromas y fotos. El cajón se va llenando de ciclistas. Es alucinante el montón de gente que hay y las máquinas que calzan. Los nervios se van metiendo en el estomago... menos mal que jiñé... jajajaja.


y adelantando!

Se da la salida y durante el tramo neutralizado rodamos todos más o menos juntos. Es espectacular ver como por la carretera, saliendo del pueblo, el pelotón se estira bastante, ocupando 3-4 km de largo (así a ojo). Minutos después pisamos campo.

A estas alturas, ya nos habíamos estirado un poco, ya que, dentro del grupo que íbamos, había objetivos de todos los colores. Yo quería hacer la larga, pero a mi aire, sin intentar hacer ninguna marca en particular. Isorna y Dioni, iban a la larga también, pero a dar lo máximo. Harry iba más o menos como yo, es decir, a la larga pero de tranqui. Pineda también. Juan Diego y José Antonio "Julen" en el mismo plan que Isorna y Dioni. Alberto no sabía si hacer la corta o la larga, Juansa igual, y Jesús determinado a hacer la corta. En fin, para todos los gustos.


y escapándose!

Según la organización, si se quería hacer la larga, había que pasar por el primer control antes de las 11 de la mañana, lo que hizo que me pusiera un poco nervioso y fuera rodando fuera de punto hasta llegar al mismo, para no quedarme cortado y tener que hacer la corta. Los nervios vinieron propiciados por que, en un par de ocasiones, se formaron tapones bastantes gordos, que hicieron patear al pelotón más de lo deseado, perdiendo por ello un tiempo que podría resultar determinante. Al final, pude alcanzar ese control a las 10;40 horas, por lo que muy decidido tire por la ruta larga. Hasta ese momento había ido seguido unos segundos por detrás por Alberto, quien, como ya ha contado, decidió sabiamente tirar por la corta.


Isorna iba como un avión, casi no sale en la foto.

A partir de ese momento fui solo (sin ir con gente conocida) un rato, hasta que paré a mear un poco, momento en el que fui alcanzado por Harry. Rodamos un poco juntos, hasta que él rompió la cadena de su bici. Me dijo que tirara (cómo si me fuera a parar, jajajajaja), que no necesitaba mi ayuda. Y eso hice, de nuevo para adelante en solitario. Poco después sufrí el primer pinchazo del día en la rueda trasera de la "Mamia", en un tramo en el que se llegaron a concentrar 10-12 ciclistas al mismo tiempo reparando pinchazos, a mí me tocó un clavo de unos 8 cm.... Mientras yo reparaba, Harry me alcanzó de nuevo y volvimos a rodar juntos, pero, poco a poco se me iba escapando en compañía de Agapito. Aguanté lo que pude en una zona de senderos por los que había que ir en fila, muy guapos y bastante técnicos. Aguanté lo suficiente como para ver a Harry decidir bañarse involuntariamente un poco en una pequeña corriente de agua que cruzamos, afortunadamente sin consecuencias físicas, pero del cachondeo no se libró, jejejeje. En torno al Km 50 Harry volvía a romper la cadena y mientras reparaba la misma, me volvía a reagrupar con él. Le ayudé, le pegamos un par de trinquis a una litrona que nos ofrecieron en un control cercano y tiramos de nuevo juntos, pero por poco tiempo, puesto que a estas alturas, él se encontraba más fuerte que servidor, que poco a poco fue perdiendo rueda para finalmente ir rodando en solitario.

A mi si me cogió bien...

Desde entonces y hasta el km 65 aproximadamente fueron los más duros para mí, no ya físicamente que también, sino psicológicamente. Muchas fueron las veces que me pregunté aquello de "que coño hago yo aquí?" o "si el deporte es bueno, que venga Dios y lo vea" y otras por el estilo. Y es que a estas alturas y debido a que, al menos yo, no había tenido un entrenamiento adecuado, además de llevar el Camelback cargado hasta las trancas, lo que me sobrecargó sobremanera los hombros. Encima volví a pinchar. Iba todo enrabietado, viendo como me encontraba bien de fondos y fuerzas en las piernas, pero bloqueado y hundido mentalmente, vamos, que vino "el tio del mazo" y me pegó fuerte. Estuve al borde de la retirada, pero poco a poco me fui reponiendo, animado sin duda por los voluntarios de los controles y por otros compañeros de ruta, que, pese a ir igual o peor que yo, siempre ofrecían una sonrisa y unas palabras de ánimo. Lo pasé muy mal, pero pude salir de esa espiral de pensamientos negativos y tirar para adelante.


Harry maldiciendo la puta cadena.


Pineda hizo una buena carrera hasta el momento de su retirada por multitud de pinchazos.

Los últimos 20 km aprox. los pude hacer más o menos decentemente, bastante contento por haber podido superar la pájara más gorda que me ha dado en mi vida, y espoleado aún más al empezar a ver a lo lejos el pueblo de Paterna. Es una visión que te da fuerzas pero que también te va minando, puesto que desde bastante lejos se ve la cuesta del Pinguete. Antes de llegar a la misma y en el último control, fui rociado de cuerpo entero en Reflex, lo que me alivió bastante de hombros. Último avituallamiento y para Paterna.


José Antonio "Julen" si que iba contento.

Subí el Pinguete decentemente, a ratos sentado y, cuando veía que perdía velocidad poniéndome de pie para volver a lanzar la bici. Subí con el 38, sin meter el plato pequeño ni bloquear la horquilla. A esa hora, aproximadamente las 15.00 había ya muy poca gente en el Pinguete, pero los pocos que habían me dieron alas. Coroné sin muchas dificultades y más feliz que una perdiz. Sólo me faltaban unos metros para meta. Se me vino todo encima, los nervios de la noche, las risas del camino y en el cajón de salida con los compañeros, el rodar en compañía y sólo, las averías, el compañerismo, lo guapo y duro de la ruta, la pájara y su agonía, y finalmente la meta a unos metros. Entré en meta llorando. Llorando de verdad, a lagrimones vivos, pero de felicidad. Eran las 15.15 más o menos. Dejé mi bici en el guardabicis (estaba por abandonarla allí) y me fui a comer. En el comedor me esperaban los compañeros. Para mí fue muy emotivo entrar allí y que me hicieran el recibimiento que tuve, me sentí cómo un héroe, aunque la cara de muerto que veis en las fotos no lo reflejen.


Dioni en la vega antes de llegar a Paterna.


Una más.


Almorcé tranquilamente, echamos allí unas risas, me felicitaron por mi "victoria", duchita en solitario (es lo que tiene terminar de los últimos, pero TERMINAR) y para casita, no sin antes tomar café en la Venta Pazo, para no perder la tradición de años ya.


Trujillo, vencedor de la prueba. Cuesta del Pinguete.


Ambiente en el Pinguete.


Y Alberto, en total estado de concentración como figura en su cara, para llegar a meta pasando por el temido tramo de El Pinguete, escucha una voz que viene del más allá "Chiquillo, pon el bloqueo!!!!!". Y digo del más allá porque era una señora metida en años (y en carnes) que desde unos metros más arriba observa como este bueno mozo no llevaba bloqueada la suspensión. Y es que en Paterna hasta las señoras entienden más de MTB que cualquiera. Que ARTE!.

Luego en Mairena nos apretamos unos merecidos cubatas en La Fabrica, Juansa, Alberto y yo, que me sentaron la mar de bien. Llegué a casa muerto y roto mentalmente, jurando que no volvería a Paterna nunca jamás. Al día siguiente, ya lo veía con otros ojos. Los mensajes de felicitación vía Whatsapp y Facebook no dejaron de llegar en todo el día, con el subidón de moral que ello conlleva. Ya el domingo veía la carrera con otros ojos. El lunes ya no tenía miedo a volver. El martes ya empecé a contar los días que faltan para la edición 2014!


Juansa tuvo que retirarse antes de llegar siguiera al campo. Isorna le tuvo que contar como fue la ruta.


El muerto viviente.


Premio al más payaso.


Dios mío, he sobrevivido... vuelvo el año que viene? si? no?. FIJO QUE SI.


Cafelito a la vuelta.

Los datos fueron;

- 83.90 kms.
- 5 horas y 20 minutos.
- 15.73 kmh de media.
- 75 kg de peso por la mañana después de ir al wc.
- 1 café y medio paquete de galletas.
- 1 Acuarius en el Elixir.
- 3 litros de agua.
- 2 Acuarius.
- 300 gramos de membrillo.
- 3 barritas de muesli del Mercadona.
- 2 geles.
- 1 Pepsi.
- 3 trinquis de litrona.
- 1 zumo.
- 1 plátano.
- La carne, papas aliñas, 2 cervezas y yogurt de la comida.
- 1 café y un pestiño en la Venta pazo.
- Cubatas en La Fabrica.
- Cena fuerte en el chino por la noche.
- Café y galletas por la mañana del domingo.
- wc de nuevo.
- 72.2 kilos en la mañana del domingo....

Estas fueron mis vivencias en Paterna. Sufrí pero volveré, lo prometo!

Espero que os haya gustado.
Pronto más.




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