V Capitana de Guadalcanal

V Capitana de Guadalcanal.

El año pasado por estas fechas, aun casi de vuelta al MTB, veía en youtube un video de la IV edición de esta carrera. En aquel entonces pensé "para el año que viene no me la pierdo", así que nada más que se abrieron las inscripciones, y sabiendo que se agotarían rápido, me apunté. En principio, el componente de LKDT Alberto iba a acompañarme. De hecho, hasta nos hicimos con un par de portabicis, que hasta ahora no teníamos, pero, por circunstancias de la vida (si pudiera poner el icono de la gallina....), al final fuí el único componente de este glorioso Team que acudió. 

Días antes de la carrera quedé con el amigo Pinedita, que sería quien me acompañaría en coche. Lo recogí el domingo a las 06.20 de la mañana en su casa, después de toda la noche dando vueltas en la cama presa de los nervios y demás. Para colmo, esa noche se hacía el cambio de hora, por lo que disponíamos de una hora menos de sueño. Volvimos para Mairena, pues allí habiamos quedado con Nacho, Castillo, Felix, Julen, Galocha y Manolo, para irnos todos juntos para Guadalcanal. Prenda, Harry y Sergio se habían ido ya.

Nacho "el explorador" y Castillo tomaron rumbo para Carmona, seguidos de todos los demás, luego Lora y Constantina... y aqui fué dónde nos liamos, ya que, tras una gran excursión de curvas y nieba, pasando por la zona de la Isla del Pescador... llegamos a Cazalla, desde donde después de una parada técnica del amigo Castillo para "soltar lastre", cogimos para Alanís y luego para Guadalcanal. Con la excursión serrana perdimos unos 30-40 minutos, lo que nos haría llegar muy justos a la salida de la prueba, ya que aún había que recoger los dorsales y maillots y volverlos a llevar al coche, para posteriormente entrar en el cajón de salida, que para aquel entonces estaba totalmente lleno. Detrás de nosotros cuando se dió la salida habría unos 15-20 ciclistas.

Nacho y Arturo esperando que Castillo evacuara... que poco frío paso el Nacho, jajajaja!

La furgo del equipo.

Mi máquina y la de Pinedita.

Cinco minutos después se daba la salida, callejeando un poco por el pueblo hasta que fuimos saliendo de él, por una calle ya cuesta arriba. Pinedita, Nacho y Arturo (yo), habíamos decidido hacer la larga, pero condicionados por lo retrasados que salimos, nos dedicacamos toda la primera parte de la carrera a adelantar a todo el que pudimos, con la idea de llegar al corte antes del cierre.

Momentos después de la salida. Casi los últimos.

Nada más salir del pueblo, vimos que el asunto iba a ser complicado. Los 6 primeros kms de la carrera eran ya cuesta arriba, con una pendiente continua, calculo que de en torno al 10%. Fuimos remontando juntos bastante bien, y adelantamos a bastante gente. A ratos de pie y a ratos sentados, ganando puestos con seguridad y tan rápidos como el terreno permitía, puesto que en algunos tramos había bastante pendiente. Igualmente, la niebla y el "fresqui" nos acompañaba, además de que las lluvias caidas los días anteriores habían dejado todo el terreno bastante blando. Gracias a Dios, el barro de allí es del tipo "agua marrón", que salpica pero que apenas se pega, no como el de aquí, arcilloso y bastante pegajoso. Durante la cuesta inicial se vivieron momentos duros, ya que a estas alturas de la prueba (menos de 6 km), ya era bastante frecuente ver a gente subiendo andando. Nosotros seguíamos a la nuestra, poco a poco, a un ritmo bastante constante y sin problemas de momento.

Sergio emergiendo de la niebla.

Llegamos arriba de la cuesta un poco cansados, pero pletoricos de ánimos, puesto que, calculabamos que habíamos adelantado al menos a la mitad del pelotón. Comenzamos a bajar una trialera bastante técnica y complicada, acordándonos del amigo Manuel Leandro constantemente. Seguíamos a la nuestra, adelantando a gente con seguridad y avisando siempre antes. Quiero hacer mención a la demencia de la que hacen gala algunos ciclistas en las cuestas abajo, bajando a tumba abierta y jugandose su cuello y el nuestro por ganar una posición, más si cabe con lo complicado que estaba el terreno y la poca visibilidad que había por la niebla. La trialera en cuestión era un senderito bastante chulo, que desembocaba, previo paso de un pequeño paso de agua a un camino más ancho, de nuevo en subida. Este camino va subiendo hasta la Ermita de Ara, en la provincia de Badajoz (creo, perdonadme si no es así, pero es la primera vez que iba por la zona y no conozco bien los nombres de los sitios). Era la primera vez que me salía con mi bici de Andalucía!

Poco antes de la Ermita.

Arturo (mangas rojas y espalda negra), Pinedita (ropa del BTT Los Alcores) y Nacho (Camel rojo), llegando a la Ermita (al fondo a la izquierda se ve).

Prenda, pese a los problemas que tuvo, logró completar la larga, como un CAMPEÓN!

Castillo y Felix también.

Y Galocha.

Arturo subiendo un repecho con la lengua fuera... Pinedita al fondo.

Harry por la derecha intentando ganar alguna posición.

Prenda apretando.

 

Al igual que Felix.

Poco después de pasar la Ermita y antes de iniciar de nuevo una trialera en bajada de las que impresionan, el cambio de la bici de Nacho comenzó a fallar. Decidimos parar a intentar solucionarlo antes de causar una catástrofe, pero después de 10-15 minutos mirandolo y engrasandolo, el cambio segía igual, por lo que decidimos continuar y no perder más tiempo, intentando que no se terminara de romper. En ese momento nos pasó Harry. Nacho iba jugando con los platos, manteniendo el tipo en todo momento.

Nacho y Pinedita

Después de esa trialera, venía una subida por la roca bastante chula y dura. Chula por lo bonita que era, dura no por la pendiente, que también, sino por que la misma estaba bastante húmeda, haciendo bastante difícil progresar por ella, y más aún para nosotros, que no estamos habituados a esas condiciones ni casi tenemos posibilidad de entrenarlas. Seguíamos por la roca, superando a gente pero ya a un ritmo menor, ya que, además de irnos cansando, la gente de menor nivel ya había quedado atrás en su mayoría. 

Llegamos al primer avituallamiento, para ver con sorpresa como nos cerraban el paso a la ruta larga en ese preciso momento. Lástima del cambio de la bici de Nacho, hubieramos llegado al corte tranquilamente. Es una asignatura para el año que viene. Como no pudimos pasar, nos paramos y nos avituallamos a conciencia. Harry esperaba en el avituallamiento a Sergio, que venía más atrás. De los otros sin noticias, suponíamos que estarían por delante.

Los avituallamientos de fábula. Bebida isotónica y agua (cerveza no...), dátiles, cacahuetes pelados, naranjas y platanos en abundancia, un 10 para la organización! Pinedita, como buen visueño, antes de irnos se metió un buen puñao de cacahuetes en la boca, lo que hizo que fuera con los dos cachetes como Kiko del Chavo del 8, jjajajjaja. Callejeamos un poco, giramos a la izquierda y...MADRE MIA, pero esto que eeeeeees? Subimos una calle de unos 200 metros que tenía al menos el 96% de desnivel, y Pinedita con la boca llena de cacahuetes. Nacho y yo nos ibamos a desmayar riendonos e intentando subir aquella pared. Pinedita, intentando sobrevivir a los cacahuetes se desconcentró al final de la cuesta, haciendo un cambio poco fino que provocó la rotura de la cadena de su bici. Mientras la reparaba, me fijé en la cuesta que tenía que subir los de la larga, que se veía desde allí, la famosa calzada de adoquines romanos. Era del mismo porcentaje que la nuestra, pero bastante más larga. Vaya animalada! Ya no estabamos tan disgustados con tener que hacer la corta.

Calzada romana al fin del mundo. La niebla era bastante abundante aqui.

Desconozco quién es el ciclista. La foto es para que os hagaís una idea de la pendiente de la cuesta...

Galocha coronando la calzada romana.

Julen también hizo lo propio.

Y el Prenda.

Según me contaron los de la larga, después de los adoquines venía una trialera bastante dificultosa y técnica en bajada. En ediciones anteriores se había hecho en sentido inverso.

Prenda intentando sobrevivir a dicha trialera. Se dió un golpe en un pie antes de ese punto, arrancando la parte trasera de su zapatilla, por lo que no podía soltar el pie izquierdo del pedal y tuvo que hacer toda la carrera sin poderse bajar de la bici y sufriendo bastantes "apariciones marianas".

Felix y Castillo en la trialera.

Anda que este iba disgustao!

Nosotros por nuestra parte, después de arreglar la cadena de Pinedita seguimos rodando juntos un rato, hasta que me descolgué de Nacho y Pinedita, no pudiendo seguir su ritmo y quedándome descolgado. Rodé bastante rato solo, pero aún así seguía adelantando a gente. A estos dos cada vez los veía más pequeños, hasta que definitivamente los perdí de vista.

Pasos como éste de agua pasamos a cientos.

Arturo.

Nacho y Pine.

Pine.

Harry.

Galocha.

Castillo.

Julen.

Prenda.

Sergio.

Manolo.

Este no sé quien es, pero tiene los huevos cuadraos!

El día poco a poco fué abriendo.

Galocha en otro paso de agua.

Felix haciendo lo propio.

Galocha a "full".

Julen poco antes del segundo avituallamiento.

Galocha echandose algo de reflex?.

Comete algo hijo, no te vayas a apajarar!!!

Felix cansao-asustao.

Castillo "meneando el bigote".

Yo por mi parte, cuando llegué a este control había superado a Sergio unos kms detrás. Del resto ni rastro. Me paré un momento y me "avituallé" tranquilamente. En este momento pasaban los primeros de la ruta larga. Los primeros ficharon y se fueron "escopetaos". Luego llegó otro grupillo y lo mismo. Es alucinante cómo andan estos tíos. Estando en el control llegó uno de los que iban peleando por la larga (posición 20-30 o así) que se mosqueó bastante porque no le ofrecieron agua a pie de carretera y tuvo que bajarse de la bici a echarsela él mismo (igual que yo, vamos). El tio se fué refunfuñando y protestando. Luego me fijé en que algunos no llevaban ni portabotes (pienso que para ahorrar algunos gramos) y pienso "vaya forma más rara de disfrutar de la bici, no?". En fin, cada uno con su pelotita...

A estas alturas el día ya había abierto y nos ofrecia sol, no mucha temperatura, pero sol, que para los que tenemos gafas la niebla es un suplicio. Después del control-avituallamiento, fuimos subiendo por una pista forestal ancha, con una pendiente continua, bastante larga, o al menos eso me pareció a mi, que iba ya algo "tocado". Algunos de la larga me pasaban a plato, a una velocidad que no la pillaba yo en esos momentos ni cuesta abajo. Con decir que en algunos momentos no quitaba el plato chico ni en los descensos lo digo to!.

Poco a poco llegué arriba, y desde allí pude vislumbrar un pueblo... "Guadalcanal por fin" pensé. Bajando hasta el mismo por un sendero muy chulo, muy técnico, rápido y peligroso y con bastante público fuí llegando a esa localidad (perdón, desconozco su nombre), accediendo a la misma por un tubo.

Julen en el tubo.

Guadalcanal!? Un peo pa mi. Fuimos rodeando el pueblo para desembocar de nuevo en el campo, en una pista bastante llana. Pensaba que podría recuperarme un poco en el llano, pero un fuerte viento, o eso me parecía a mi con lo endeble que iba ya no me permitió descansar ni un momento. El camino este se me hizo eterno y me pasó bastante gente. Iba ya un poco bastante tocado. Llegamos a un desvio a la derecha, que ponía cuesta de 4 kms al 4% de pendiente media. Yo no sé como miden las pendientes en ese pueblo, pero aquello no tenía el 4% ni de broma, jajajaja! Nada más comenzar a subir me noté un pinchazo en el muslo derecho, por lo que paré para estirar un poco. En ese momento me alcanzó Sergio y se paró conmigo. Fuimos subiendo juntos toda la cuesta de los olivos, recuperando buenas sensaciones y posiciones a partes iguales. Sergio decía que venia fundido, pero estaba al menos igual que yo. O igual de bien, o igual de mal. La cuesta de los olivos esta por lo visto es una de las señas de identidad de la carrera y no me extraña. Es un sube y baja de 3-4 kms entre olivos, pero tirando más para arriba que para abajo en todo momento, por lo que después de lo que lleva el personal pasado a estas alturas de la carrera, parece que estás subiendo el Angliru. También logramos superar este obstaculo, y al poco rato estabamos en una carretera, donde un Guardia Civil nos desviaba a la derecha. Esta vez si era Guadalcanal el pueblo que se veía!. Además era cuesta abajo hasta la meta. Lo habíamos conseguido!!!.

Harry entrando en meta.

Galocha entrando.

Nacho y Pine idem.

Arturo y Sergio entrando. Gracias Sergio por tu ayuda!

Caritas de felicidad después de haber cumplido.

El "come-cacahuetes".

Pine y Manolo.

Esperando a Castillo en la furgo para recoger trastos.

y Castillo mientras con un vaso en la mano!

Misión cumplida!

Foto del comedor.

Compartimos mesa y mantel (de papel) con algunos compañeros del Tuitubici.

Último avituallamiento.

Prenda resultó agraciado con un cuenta kms en el sorteo que hubo durante el almuerzo. Por un número no se llevó un viaje a Marruecos.

Hasta aquí llegó mi vivencia de la V Capitana de Guadalcanal. Como comentario personal, decir que, pese a que en un principio estabamos un poco plof por la avería de la bici de Nacho, lo cual no nos permitió acceder a la ruta larga, posteriormente y a la vista de la dureza de la prueba, creo que la "Virgen de la Biela" nos pasó la mano por el lomo, ya que de haber podido hacer la larga, lo mismo no lo hubieramos pasado tan bien como lo pasamos. Para acometer una prueba de esta envergadura hay que venir preparado y, yo al menos, creia que lo estaba. Gracias a Dios que la bici del Nacho se averió. Para el año que viene volveré e intentaré hacer la larga, pero con garantías físicas, porque este año...

Bueno, gracias a todos por aguantar hasta aquí. Como siempre, espero que os haya gustado. 

Pronto más!

pd. con la leche de las prisas y los nervios, la cámara de fotos se me quedó en casa, por los que muchas de las fotos que veís no son mías, alguna de móvil y poco más. La mayoría de las fotos están sacadas de la web oficial de la V Capitana de Guadalcanal, del albúm oficial (Javi Cabeza), del de Aida Jordán, del de Conil Bikes y de Andrés. Ni que decir tiene que si alguna foto molesta, que por favor se nos notifique y será retirada de inmediato.