lunes, 4 de agosto de 2014

Subida al Veleta 26-07-14


Subida al Veleta 26-07-2014.

Tres intrépidos aventureros, miembros y simpatizantes de LKDT subieron al Veleta el pasado sábado 26, pero mejor que lo cuente Felipe, que para eso fué uno de los que tuvo huevos de ir, subir, volver y contarlo.


Pues en esta ocasión, de nuevo los tres más aventureros del grupo (Isaac, Trigueros y yo, Felipe), planeamos hacer la subida al pico Veleta, Sierra Nevada para los que cateaban geografía. Aprovechando que disponíamos de alojamiento en Granada capital, nos fuimos el viernes tarde para amanecer en la ciudad y ponernos “pies a pedales” tempranito. Y así lo hicimos, cenita tranquilita y prontito a la cama a descansar que augurábamos un día duro de pedales. A las 6 y poco tocaron diana y empiezan los preparativos correspondientes, y aproximadamente a las 7.30 emprendíamos la marcha desde la misma puerta del piso de Isaac, sito en Granada capital.

Los primeros kilómetros del día eran bastante relajantes, a orillas del río, por un camino repleto de vegetación y aparentemente llanos (digo aparentemente porque cuando volvimos nos dimos cuenta que en todo momento pica hacia arriba), así que pronto se nos pasaron los primeros 8 kms contemplando el paisaje, nos obstante, Isaac que conocía el terreno ya nos tenía avisados que en cuanto terminara el camino y empezara el asfalto…se terminaba lo bonito del día y empezaba la leña. En efecto, pronto terminó el camino, y desde que la rueda delantera tocó el asfalto no cesó la carretera de empinarse, así hasta…ya os contaré.

 

No eran rampas con demasiado desnivel, es más, en plato mediano y en el piñón 5 o 6 era bastante llevadero, yo pensaba que hasta llevábamos un ritmo bastante alegre, pero vaya iluso…cuando vimos que justo delante llevábamos “una criatura viviente” corriendo y que no éramos capaces de alcanzarlo, así que decidimos apretar un poco y adelantarlo…pero madre mía, al rato nos adelantó y nos perdió de vista!!!! Sí sí, seguía corriendo y no fui capaz de ver dónde llevaba el motor escondido en las zapatillas.

Al cabo de unos veinte pocos casi treinta kilómetros, en el centro de visitantes hicimos la primera parada técnica para hidratarnos y comer algo para poder afrontar el segundo tramo de la primera parte de esa gran subida. Todavía incrementó más aún nuestra humillación cuando vimos al corredor que nos adelantó allí!!! Se había pegado una subida de 30 km corriendo, a más velocidad que nosotros en bici y como si nada…





Emprendida la marcha de nuevo, la temperatura ya me empezaba a hacer mella… era un poco asfixiante (hizo 38 grados ese día) así que para mí iba a ser un día más duro aún, y como un gran conocedor de mis límites decidí hacer mi subida y me solté de mis compis. Medio disfrutando del paisaje, medio asfixiándome con la temperatura, y medio sufriendo con la tralla de kilómetros de subida que llevábamos…íbamos para arriba con la mente en el próximo punto base en la Hoya de la Mora, pero para eso aún quedaba bastante. Nos dimos el lujo de alcanzar y adelantar a un ciclista con su flaca, casi nada. Al pasar por Pradollano, hicimos un alto porque ya podíamos ver que las rampas se inclinaban un poco más y que aún faltaba para alcanzar nuestro segundo objetivo del día, así que volvimos a hidratarnos y comer algo…pero fue una parada muy corta, ya casi no se podía estar parado con el solazo que caía.

Reanudada la marcha, seguíamos escalando, siempre subiendo, siempre para arriba. En este punto del puerto, son bastante frecuentes las pruebas de camiones y como no, del Ferrari…mínimo 20 veces lo vimos subir y bajar, pero creo que subía algo más rápido que nosotros, jeje.

En este tramo ya se veía más movimiento de ciclistas, por lo que cada vez nos acercábamos más a nuestra segunda base, la Hoya de la Mora. Un rato antes de llegar, yo ya veía al de la guadaña en cada curva, pues si ya no era bastante llevar casi 40 km subiendo, me quedé sin existencias de hidratación y estuve casi una hora sin beber nada y sudando lo indecible. Llegué a la base deshidratado totalmente, con los cuádriceps subidos, allí me esperaban Isaac y Trigue, y sin dilación fuimos al chiringo de madera a hidratarnos y buscar sombra. Después de una buena hidratación, secado el sudor y relajado piernas y recargadas las provisiones de agua, veíamos lo que nos quedaba para alcanzar la cima del Veleta, parecía cerca pero nada más lejos de la realidad, desde allí distaban aún 13 km y era el tramo más duro de toda la subida. Desde este punto, pocos son los valientes que deciden seguir subiendo en bici, y menos en btt, qué locura!!
Pero nada, nosotros empecinados en terminar la subida en el mismísimo pico, en lo más alto que hubiera…Así que retomamos de nuevo la marcha, y afrontamos la última parte de esa interminable subida. Aquí las rampas ya eran algo más exigentes, el asfalto estaba en muy mal estado y ya había muchos andarines también, y unido a que Lorenzo apretaba de lo lindo, fue una última parte muy muy dura. Debido a mi gran sufrimiento con el clima, iba parando mucho más que mis compis, así que los veía en la carretera de arriba, pero cuando yo iba para la izquierda ellos iban para la derecha y viceversa…Ya llegando casi arriba de la cima, que casi se puede divisar la meta, se termina el asfalto y se queda un caminito de piedras sueltas muy majo…si es que no llevaban bastante las piernas, encima trialera para terminar. Y por fin pudimos alcanzar ese punto que parecía no llegar nunca, casi 50 kms de subida sin cesar!!!! Madre mía que barbaridad y que duro. Nos bajamos de la bici y casi ni podíamos mantenernos de pie, nos temblaban hasta las pestañas, pero fuimos como locos a sacar las fotos de rigor, había que dejar constancia de que habíamos echado un buen par. Luego a descansar, comer, hidratarnos y preparar la bajada que quedaba, por fin a disfrutar encima de la bici.
 

 

 


Ufff, efectivamente, qué flipada de bajada…curvita va, curvita viene…y así hasta adelantamos a un autobús. Era alucinante, pero lo que hay que sufrir antes para ese disfrute…En nada llegamos a la Hoya de la Mora, volvimos a recargar agua y continuamos con la bajada, yo seguía flipando…la velocidad máxima alcanzada fue de 76,5 kms/h ahí es nada. Volvimos por otro lugar distinto, nos desviamos para no coger todo el rato carretera y coger un poco de campo, aquí tuvimos un par de subidas pequeñas y ya así hasta llegar de nuevo a Granada capital. En total fueron 95,50 kms, de los cuales más de la mitad fueron subida, por lo que creo que fue una ruta muy completa y bueno, en alguna foto veréis algunas de las consecuencias de lo que os he relatado.


Disco de la bici de Trigueros "achicharrado" por el descenso.
 
Subida muy dura, bajada alucinante…y no sabría si recomendarla o no, yo creo que de momento no la repetiré. 

Espero os haya gustado, y en breve habrá más, seguro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario