Otra vez el trabajo acumulao!
Bueno, tras intensas negociaciones con los amigos del "Alto de la Encina", el pasado domingo 25 de mayo quedabamos con ellos para ir al pantano del Águila. LKDT quedaban en su punto de reunión habitual, acudiendo a la convocatoria Josema, Felipe, Manuel Leandro, Sergio y Arturo, para, a las ocho, reunirnos en las inmediaciones de la residencia de ancianos del Alconchel con los compañeros del "Alto de la Encina", Bombona, Garci, Blanco y Jiga.
Tras una breve reunión, bajabamos por la cuesta de la residencia de ancianos hasta la VV de los Alcores, la cual tomamos en dirección Alcalá, no abandonando la misma hasta la A92, la cual cruzamos bajo el tubo. Continuamos paralelos a la autovía hasta la carretera de Morón, la cual cruzamos y giramos a la izquierda, dirección Utrera, como en la última salida. Marchabamos a buen ritmo, todos agrupados y entre risas, por lo que el camino, hasta poco después de la finca "la Armada" fué un puro trámite. Poco después, decidimos cruzar la zona de "la selva", para entrar en Utrera por ahí. Hasta este momento, todos los componentes de LKDT ibamos bastante enteros, conocedores del terreno, habíamos sabido dosificar las fuerzas bastante bien.
Fotos diversas de "la selva".
Una vez en Utrera (a eso de las 9.30 apoximadamente) cruzamos todo el pueblo, saliendo del mismo por la zona del cuartel de la Benemérita, tomando una pista que nos dejaría al borde de la carretera del Coronil, la cual cruzamos por la finca de El Pinganillo, la cual dejamos a la izquierda y continuamos recto. Poco después se veía el Palmar de Troya a la derecha del camino. Continuamos rectos hasta llegar a un arroyo que hubo que cruzar con la bici a cuestas, puesto que no estaba muy claro que aquello fuera sólo agua y barro... El amigo Blanco se curró un paso improvisado, pero no nos libramos ninguno de pringarnos los pies. Ya con los pies fresquitos continuamos por el mismo camino, por unos toboganes que ya iban haciendo mella en alguno de los componentes del grupo. Poco después llegabamos a una pedanía en medio de la nada, la cual cruzamos y en un momento estabamos en el Pantano del Águila, en dónde, para nuestra sorpresa, se estaba preparando la romería de la pedanía.
Allí aprovechamos para comer y beber algo (de lo que llevabamos, no de la romería!), descansar un momento y sacarnos unas fotos. En eso estabamos cuando llegaban los compañeros del club BTT Los Alcores. Tras el breve saludo protocolario, volvíamos al camino, subiendo la cuesta que da acceso al pantano, entrando de nuevo en la pedanía, pero girando en esta ocasión para la derecha, con la idea de tomar otro camino de vuelta sin tener que meternos de nuevo en el arroyo. De nuevo, ritmo fuerte, impuesto por Jiga, Bombi, Garci y Blanco, que están más fuertes que los limones del cementerio. El resto aguantando como podíamos, aunque bastante mejor de lo que nos esperabamos. De nuevo el camino se llenaba de toboganes, con el "tio del mazo" amenazando a algunos componentes del grupo. Poco a poco el grupo se fué estirando, pero sin llegar en ningún momento a perder el contacto visual, y respetandonos entre nosotros y esperandonos en todo momento, para que ningún componente se quedara descolgado.
Esperamos un momento, reagrupamos y "palante".
Al final del camino de los toboganes llegabamos de nuevo a Utrera, resultando que el camino, aunque duro, no era tan largo como nos parecía en un principio. Cruzamos el pueblo mostachón y nos metimos en el P.I. El Torno, por donde cogimos de nuevo el camino de la venta que nos lleva al camino de la finca "La Armada", donde nos desviamos como siempre en dirección Alcalá.
Una vez en las inmediaciones del castillo de Marchenilla, cruzamos la carretera y nos dirigimos al tubo, por donde había intención de subir para enganchar del tirón con la trialera de Manuel Leandro. A mediados del camino del tubo, Blanco propuso pasar la autovía por el tubo pequeño. Josema, Felipe, Manuel Leandro, Sergio y Jiga continuaron por el camino previsto y nos esperaron a Bombi, Blanco, Garci y a mi encima de la trialera. Nosotros por nuestra parte fuimos por un senderito que conducía al tubo pequeño, al cual, para acceder hay que subir un rampón de cemento de al menos el 78 % de desnivel. Sólo Blanco fué capaz de subirlo en bici y cruzar el tubo del tirón. Garci, Bombona y yo aprovechamos para sacarnos unas fotos y recuperar algo el aliento.
Una vez al otro lado del tubo, cogimos un sendero a la derecha que nos dejaría a mediados de la cuesta del tubo grande, donde giramos a la izquierda en dirección al palacio de Gandul. Llegamos a la carretera y nos encaminamos del tirón a la trialera de Manuel Leandro, encima de la cual nos esperaba el resto de la expedición para reagruparnos. Una vez allí, y ya justillos de fuerzas, cogimos la VV en dirección a Mairena, suspirando ya por el avituallamiento en el Huerta Pablo... pero, poco antes de llegar, la bici de Garci se pinchó, por lo que tuvimos que parar a reparar. A mi la parada a reparar me sentó fatal. A la hora de subir de nuevo en la bici estaba agarrotado del todo.
Mientras unos reparan, otros se tocan...
Ya casi estabamos en Mairena puesto que el pinchazo fué a la altura de la cuesta del chorrillo. Nos pusimos de nuevo en marcha y entramos en el pueblo por la residencia de ancianos. Nada más coronar, Bombona avisaba que habíamos superado los 100 km!!! De ahí al bar fué como ir en una nube... ajajajajaja.
En el Huerta Pablo nos atendieron como de costumbre, pudiendo reponer parte de las energías consumidas y, tras varios "Cincinatis", quedabamos para repetir la experiencia en un futuro no muy lejano.
Datos del día.
Como siempre, y esperando que os haya gustado, me despido.
Pronto más!
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